El cuidado y atención desmedida,
el amplio espacio del que goza el seminario en general, y, su gran y hermoso templo.
También la amabilidad y buena disponibilidad para la atención,
el ambiente campestre y la alimentación.
Su personal es excepcional, la disponibilidad para cualquier requerimiento, la atención, desde la llegada hasta la salida. Además la tranquilidad que se siente en el seminario ayuda a vivir un retiro en paz.